El tiempo había endurecido sus, antes hermosas facciones.
Parecía mas fría y calculadora. Miraba todo como si estuviera
planeando una estrategia.
En su rostro solo quedaban su rasgos físicos, ya que las emociones
parecían no haber existido jamas en ella.
Sus ojos color chocolate, antes dulces y soñadores, ahora eran como el chocolate
amargo, que te deja la sensación de algo rico pero para nada dulce en la boca.
Su cabello castaño claro, tambien lucia diferente. En ves de estar corto y ondulado por encima de sus delicados hombros, ahora estaba largo y caía como una cascada densa hasta sus esbeltas caderas, y estaba opaco y desaliñado.
ahora en ves de tener el rostro limpio como el terciopelo blanco, su frente mostraba la arruga de un seño constantemente fruncido, por la frustración por el enojo que algo le provocaba.
sus labio antes de un color rosa pálido y permanentemente sonrientes, habían cambiado su antigua expresión por una cínica y fría. en aquellos instante estaban pintados de un color rojo carmesí que contrastaba con su pálida piel de porcelana.
la niña dulce y alegre llena de vida y de sueño, era ahora tan solo un feliz recuerdo de épocas mejores.
-"a perdido su chispa"- pensó gravemente mientras la observaba.- "A dejado de ser ella misma"
La vida la había endurecido para hacerla fuerte y capas escuchaba que decían todos a su alrededor. Pues todos notaban el cambio en ella. Pero a ¿que precio? si había perdido su capacidad de mostrar emociones.
¿Quedaría algo por rescatar de aquel ángel rubio que había sido? o ¿estaba todo perdido?
Parecía mas fría y calculadora. Miraba todo como si estuviera
planeando una estrategia.
En su rostro solo quedaban su rasgos físicos, ya que las emociones
parecían no haber existido jamas en ella.
Sus ojos color chocolate, antes dulces y soñadores, ahora eran como el chocolate
amargo, que te deja la sensación de algo rico pero para nada dulce en la boca.
Su cabello castaño claro, tambien lucia diferente. En ves de estar corto y ondulado por encima de sus delicados hombros, ahora estaba largo y caía como una cascada densa hasta sus esbeltas caderas, y estaba opaco y desaliñado.
ahora en ves de tener el rostro limpio como el terciopelo blanco, su frente mostraba la arruga de un seño constantemente fruncido, por la frustración por el enojo que algo le provocaba.
sus labio antes de un color rosa pálido y permanentemente sonrientes, habían cambiado su antigua expresión por una cínica y fría. en aquellos instante estaban pintados de un color rojo carmesí que contrastaba con su pálida piel de porcelana.
la niña dulce y alegre llena de vida y de sueño, era ahora tan solo un feliz recuerdo de épocas mejores.
-"a perdido su chispa"- pensó gravemente mientras la observaba.- "A dejado de ser ella misma"
La vida la había endurecido para hacerla fuerte y capas escuchaba que decían todos a su alrededor. Pues todos notaban el cambio en ella. Pero a ¿que precio? si había perdido su capacidad de mostrar emociones.
¿Quedaría algo por rescatar de aquel ángel rubio que había sido? o ¿estaba todo perdido?
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